martes, 14 de diciembre de 2010

La memoria. Según cualquiera.

La memoria.
Las funciones de la memoria son bastante evidentes, nuestra memoria es cual si fuera una caja dónde guardamos ideas, conceptos y sensaciones sobre momentos y objetos en general, es un lugar (o muchos, según algunos expertos) donde almacenamos información útil para la supervivencia. Sin embargo hay factores externos e internos que pueden estimular nuestra memoria, o en el peor de los casos, disminuir la efectividad con la que manejamos tales datos. La memoria unida a la consciencia es un arma de doble filo, hemos aprendido a beneficiarnos de los engaños que somos capaces de generar (falsos recuerdos), y la misma unida a la inconsciencia es un mundo de infinitas preguntas y apreciaciones (los sueños, la imaginación, el pasado), ¿Cómo podemos saber cuándo nos auto-engañamos, mentimos y cuándo, sin haberlo querido, hemos adulterado un hecho? Las diferencias no siempre son obvias.

Las preguntas que podamos hacer ya están siendo investigadas y a lo mejor algún día podamos corroborar si estas son cuestiones definitivas o solamente mitigaciones sobre un tema, en todo caso, la conjeturación y las apreciaciones lógicas han sido un campo desde donde germinan muchísimos estudios científicos y artísticos que abarcan la memoria y la mente de manera profunda.


Circo de imágenes, versión segunda de "Ficciones"

Para poder crear juegos, la dinámica de nuestra memoria arma rompecabezas.



Motivos.


Prueba uno. Animación (manual +WMM)

Misceláneo sobre la memoria. Auto-motivación "literaria".

Misceláneo sobre la memoria

¿Qué es la memoria?
La memoria es un texto de vida, engañoso, violento, sin tregua.
Pasa, nos deja. Vuelve, vuelve sin esperanzas de recuperar el pasado, solamente para asolar nuestros corazones con conjeturas carentes de sentido que nos llevan en direcciones o dolorosas o incorrectas. La memoria es la causa de nuestras falsas ideologías, de nuestros imaginarios puntos de vista. La memoria es la causa de nuestros reproches, berrinches, remordimientos, estos últimos son los que duelen más, los que duran más. Esos vagan como nebulosas de incertidumbre unidas a nosotros por elementales cordones umbilicales, por suerte podemos parirlos y liberarnos, en eso el tiempo ayuda a la memoria y ésta al alma.
La memoria es un problema complejo, es un sistema que funciona a conveniencia, domeñado por el deseo o por la casualidad…es una fuerza indeterminada.

Tenemos siempre la oportunidad de manipular o ser manipulados, aun hay que determinar qué cosa conviene y qué no, de hacer el procedimiento incorrecto podemos alterar nuestra historia de vida, nuestro museo, nuestra antología, nuestra colección de cosas inservibles pero importantes.
Sí, es importante saber cómo olía él aquél día, si sus ojos brillaban o estaban ausentes del encuentro que determinaría nuestras próximas ochenta y ocho memorias más recurrentes (bueno las mías, el número de recuerdos es relativa a cada persona, aclaro). A veces me sorprendo de mi imaginación, es tan limitada que únicamente mezclo lo que ya conozco y lo adecuo a mi necesidad.
Así visitamos un Café Desconocido, así logro sentir esas manos tuyas, idénticas a las del que provocó mis ochenta y ocho memorias más importantes del siglo pasado. Entiendo que el pasado y la imaginación no son más que la misma cosa, la misma cosa incómoda de explicar…
Nunca he podido cambiar, creo que no recuerdo cómo podría hacerlo, soy demasiado frágil y necesito estabilidad. 

Hago una recomendación: recuerden recordar aunque les duela, los alfileres con los que fijamos las memorias a la carne viva no son más dolorosos que vivir sin vivir. Sólo hay que tratar de que no entren demasiado para que los vientos frescos puedan retirarlos sin tanta dificultad, no te preocupés, el dolor está asegurado, es el primero de la lista, el que siempre está presente, el que es indispensable para amar el alivio. Pero como tenemos la capacidad de olvidar, lo que está siempre presente puede volverse insignificante, algún día todas las cosas desaparecen.

“Nunca he podido vivir sin ti (es poderosamente atractivo comenzar con frases vacías)
Simplemente me olvidaría de mí si lo hiciera
Y no puedo crecer si no me conozco, no puedo ser un desmemoriado
Las gentes sin memoria son como casas vacías, sin retratos, sin muertos
Las gentes sin memoria olvidan lo esencial
La mnemotecnia es engañar a la memoria antes de que ella nos haga caer”.

Nunca he podido ser poética, espero tener el alma filosófica, porque no se puede tener ambas pero es pecado de manicomio no tener ninguna.
No recordaba lo agradable que es escribir sin citas, sin autores, sin vos… Es enormemente placentero, es como vomitar después de bailar toda la noche, bailar mientras bebía. Es lo que pude retener en la memoria, aunque a lo mejor, y confieso que empiezo a dudarlo, ya no estoy segura si bailé. Comprendan que solamente recuerdo movimientos confusos, espero que esos movimientos no tengan como consecuencia un futuro embarazo…

Les prometo nos reiremos, no siempre soy tan melancólica, pero necesito tiempo para que nos conozcamos los tres, mi memoria, vos y yo. No, tu memoria no me interesa, es preferible creer en el “aquí y ahora” que en todas tus mujeres, tus infidelidades, tus entregas innecesarias para el alma pero urgentes para tus goces naturales, los del cuerpo.” No necesitás saber”, mi mente es sabia, yo no todo lo necesito para vivir, aunque debo admitir que recuerdo todo lo inclinado hacia el gusto, no sé como culparte de los tuyos…Solamente me inclino hacía lo que me gusta y a lo que prefiero.

En esta situación hipotética lo borraré todo… no duré ni un segundo sin evitar recordar, es obligación mía recordar a mis muertos, es obligación mía recordar las hazañas de las cuales no fui partícipe, hay cosas estúpidas-necesarias, como recordar qué cosas importantes hizo tal o cual, otras aun peores como qué bando ganó en la guerra, fueron los vietnamitas y chinos o los gringos y estadounidenses…confundo denominaciones. En cambio nadie preguntaría “¿Y cómo estuvo eso de tu nacimiento?”, pero esa, esa es una pregunta que vale la pena. Es conocer el principio de nuestras vidas, conocer el verdadero espasmo del horror de conocer dos mundos, es como un encuentro de culturas, la cultura del “yo”, el “yo” feliz, que no lucha, es alimentado…Si no feliz , al menos cómodo. Y el otro mudo, el mundo de los pulmones, del aire, de todas las cosas peligrosas que nos empezarán a probar, para ver si estamos listos…
Pero Mnemosine no nos dio ese regalo, lo que todos tenemos en común, además de la muerte es que no recordamos nuestro nacimiento, seguramente, por eso, muchas veces hemos sido comparados con hojas sueltas al viento y seguramente por eso nos creemos eternos, estoy segura que la muerte se olvida. Todos nacemos afligidos y llenos de cólera, tal vez es mejor no recordar cómo vinimos.

“¿Dónde encontrarás la felicidad? La más grande te fue dada, naciste para vivir.”

No me importa vivir engañada, recordando esa idealizada figura que tengo de ti, solo lo hago con el propósito de verte más bello, más amable. Así vemos nosotras dos, una voluntariamente se deja engañar, la otra engaña solapadamente, pero es la naturaleza nuestra, no podemos equivocaros las dos. Ello es prueba de que nos inclinamos a nuestras cosas amadas. Solamente sabemos lo que necesitamos saber.

“Construyamos hermosos castillos
Llenos de espacio, de luz
Tómame para bailar, hazme olvidar
Apasionémonos y que el tiempo no pase en vano
Veré sólo tu rostro, pero no aseguro que sean tus manos”

Quiero saber qué te detiene, porqué me atás. No hay tregua, aunque esté sola, nunca lo estoy, me acompaña mi vida, a veces incluso la tuya, que terminé conociendo por errores terribles de tu parte.
Y así estaba ella, loca, llena de sueños. Y sus ojos solo creían verdades que su corazón le desmentía, y cómo no confundirse, como no perderse. Son tantos y tantos los pasillos que encierra su memoria, son bodegas inmensas, tiraderos de basura importante. Ella solamente recuerda que su color era el verde, el color de él. Sus zapatos los más feos que pueda recordar, sabían a desdeño ambas cosas…su pelo y su piel. Y no, no podía huir ni en sueños ni en sus estados alterados, algún recuerdo nadaba en el vómito de sus pesadillas y allí nació su obsesión.

"Por lo que todos podemos recordar y en nada nos interesa
Por los que hemos sido engañados a conciencia
Por los mentirosos, por los desmemoriados
Por mis recuerdos indigentes y tus ojos agresores, llenos de pasado
Brindo por la historia, los hechos tu vida y la mía.
Todo porque las prisas pasan, las cagadas quedan…"